jueves, 25 de noviembre de 2010

VI. Me llamo Diego

No sé cuánto tiempo hemos permanecido en silencio, casi sin respirar, esperando que llegasen a nuestra altura. No teníamos ningún plan, nada pensado, así que nos hemos mirado con espanto cuando el grupo de la linterna ha parado en seco muy cerca de nuestra posición. De repente, hemos visto que la luz se dirigía hacia la pared donde nos escondíamos y avanzaba lentamente hacia nosotros. Hasta que, por fin, nos hemos visto deslumbrados. Rápidamente, el haz de luz ha vuelto al suelo y nuestros ojos se han podido acostumbrar de nuevo a la semioscuridad del túnel. Eran dos hombres y una mujer.

-Hola. –ha dicho el que llevaba la linterna.

Hemos salido despacio, entre avergonzados y precavidos.

-¿Vivís en el túnel?

Nos hemos mirado entre los tres, buscando una respuesta en el gesto de los demás, pero de forma infructuosa.

-Tranquilos –ha insistido, mientras nos indicaba con la mirada un fusil que llevaba la mujer. -No vamos a utilizarlo si no pensáis asaltarnos.

-No, no, disculpa. Nos habéis sorprendido volviendo a la estación. Viv… dormimos allí. –he intervenido por fin.

-De acuerdo, no hay problema. Soy Matías, él es Sele y ella Martina.

El hombre de la linterna, Matías, transmitía una seguridad inusual en estos tiempos, mientras Martina, una chica rubia de unos 20 años, permanecía seria y agresiva con su fusil en las manos. El otro hombre parecía esconderse de nuestras miradas y se acariciaba constantemente una tímida barba que apenas despuntaba. Llevaba colgado en bandolera un tubo de plástico, como el que solían utilizar arquitectos o ingenieros para transportar planos enrollados.

-Me llamo Diego. Pau y Julián… Los demás están en la estación.

-Perfecto. Si no os importa, vamos hacia allá, tenemos cosas que contaros. Creo que os interesarán.

De nuevo, nos hemos cruzado miradas inquisitivas entre los tres, pero los dos hombres y la chica ya habían comenzado a caminar hacia la estación.

-¡Somos informadores! –ha gritado Matías desde unos metros más adelante.

lunes, 22 de noviembre de 2010

De verdad, señora, que no se dice así

De verdad; no me gusta criticar. Pero, a veces, amigos, hay personas que sacan lo peor de uno mismo. Que, dicho sea de paso, tampoco es para tanto. Al menos, en mi caso. Recuerdo una vez, de jovencito, cuando crucé España por primera vez en coche, que, después de doce horas al volante, por fin llegamos al hotel que teníamos reservado. Cargado con bolsas, maletas y mochilas varias, entré en la recepción del "hotel". Una señora alta y estirada me interrogó durante cuatro o cinco minutos y acabó diciendo: "puede esperar en el jaol". La miré fíjamente, tratando de entender de qué (demonios) me estaba hablando. "Aquí, en el jaol". Lanzó las palabras con desprecio, os lo aseguro. Allí estaba, cargado, cansado y sintiéndome insultado. No pude evitarlo: "señora, si no le importa, esperaré aquí, en el vestíbulo".

Una señora parecida a aquella (quizá prima lejana), unos años antes, en mi ciudad, ya me había hecho sentir mal porque entré en su panadería y pedí "un bollo". Me respondió que allí no vendían bollos, sino "briós", y que si no sabía apreciar la diferencia sin duda no merecía llevarme uno a la boca. Ay, tengo que volver algún día y responderle. Después de veinte años a lo mejor no se acuerda de mí, pero creo que debería intentarlo...

Otra señora, parecida a las anteriores, es mi vecina. Una buena mujer, sin duda. Dice "tásil", "ginásior", "hombrosesual", "penícula" o "perabólica". A mí me da igual, porque me encanta cuando dice "zagal", "merced", "aldaba", "bicoca" o "menester".

jueves, 18 de noviembre de 2010

www.losfilologos.com

Amigos, ya tenemos disponible la nueva herramienta de la que os veníamos hablando desde hace algunos días. Se trata de un foro, donde se podrán tener realmente discusiones largas y que no se perderán con la llegada de otras nuevas, tal como ocurre en la página de facebook. Además, gracias al buscador, será posible acceder desde la página inicial al tema que estemos buscando.

Como veis en el título de esta entrada, la dirección del foro es http://www.losfilologos.com/. En la página inicial, antes de entrar, hemos integrado las direcciones de facebook, twitter y la de este blog. De esta manera, esperamos que la información fluya entre las distintas plataformas. Por ejemplo, creemos que podría ser una buena idea poder referenciar de forma cruzada las discusiones más interesantes que se planteen tanto en un lado como en el otro.

Los que desconozcan el funcionamiento de un foro, sólo tienen que ponerse en contacto con los administradores, aunque también pueden leer las normas de publicación, donde está todo recogido. No queremos que nadie se pierda, así que cualquier duda, por muy simple que os parezca, no tenéis más que hacérnosla llegar.

Basta con registrarse (sólo es necesario un nick, una dirección de correo y una contraseña) para empezar a participar. Podéis plantear cualquier tema que se os ocurra u os apetezca. Incluso hay un subforo para temas de interés que no estén relacionados con la filología. Poco a poco, iremos explicando los distintos apartados en el blog.

Por supuesto, si echáis algún foro de menos, decídnoslo y lo añadiremos. Como siempre digo, el foro es vuestro. Durante las últimas semanas hemos trabajado para que estuviese listo cuanto antes, ya que empezábamos a notar algunas carencias en la página de facebook, que seguirá funcionando y abierta hasta que ellos quieran…

Contamos con todos vosotros para participar y para que animéis a todos aquellos que puedan estar interesados en formar parte de esta comunidad filológica que ha ido creciendo poco a poco y que sería una pena que acabase disgregándose. Pensamos que este foro puede ser un vínculo importante para compartir, dialogar, debatir, descubrir y preguntar.

Sólo con vosotros podrá funcionar esta idea, así que os animamos a participar. Si no, nos vamos a aburrir nosotros solos… Ya que el foro es vuestro, disfrutadlo, compartirlo y hacedlo crecer. Seguro que, sobre la marcha, se nos ocurren muchas más ideas para mejorarlo y que sea más útil.

Muchas gracias a todos. Por hacer que no nos sintamos tan solos. Porque, al menos para mí, sois necesarios. Y mucho. Pero éste es otro debate y podemos hablarlo en el foro…

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Damos un paso más?

Después de casi un año con la página de facebook abierta y más de 15.000 personas apuntadas, con una cuenta en Twitter y con este blog a vuestra entera disposición, creemos que sigue habiendo algún punto que no queda del todo resuelto en la comunicación que mantenemos entre nosotros. Y, menos aún, en la que tenemos con personas que no están en facebook o que no pertenecen al ámbito de la filología.

Hemos hablado con muchos de vosotros, hemos leído (casi) todos vuestros comentarios y, después de valorar las distintas opciones que teníamos disponibles, creemos que hemos encontrado una herramienta que nos puede resultar muy útil a todos. Por supuesto, como siempre decimos, es vuestra herramienta y la podréis usar como mejor os convenga. Nosotros la hemos desarrollado según nuestro criterio, pero, faltaría más, se irá modificando y mejorando según vuestros comentarios y sugerencias. Eso sí, que nadie se asuste; será totalmente gratis.

Será un espacio donde se podrán tener conversaciones largas de verdad y que no irán cayendo en el olvido a medida que haya otras nuevas, tal como sucede en facebook. Poco a poco iremos dando más detalles, sobre todo de su funcionamiento, pero ya veréis que su uso será muy sencillo.

Se podrán plantear dudas y consultas de muchos tipos; habrá un espacio para estudiantes, otro para profesores; uno dedicado al mercado laboral, otro para intercambiar libros entre los miembros... Habrá un área para traductores y para el aprendizaje de idiomas. Crítica y creación literaria, recomendaciones sobre dónde estudiar (o irse de Erasmus), qué asignaturas elegir, dónde buscar trabajo… Las posibilidades, en realidad, serán las que vosotros queráis.

Esperamos que en unos pocos días la plataforma pueda estar ya en circulación; ya veréis que no es nada del otro mundo, pero esperamos que sea muy útil para todos. Aprovecharemos, también, para tratar de integrar de la mejor manera posible todos los espacios que ahora compartimos (página y perfil de facebook, Twitter, el blog…). Por supuesto, nada de esto funcionaría sin vosotros, así que me gustaría animaros a participar y a seguir haciendo grande esta comunidad.

La amenaza del cierre de la página de facebook sigue en pie y, la verdad, no nos gustaría perder de repente todo el contacto que hasta ahora hemos mantenido. Es más, esperamos que la comunidad filológica en internet pueda estar conectada de la mejor de las maneras.

Muy pronto los filólogos van a poder organizarse como ellos quieran; van a poder dialogar, opinar, sugerir y demandar. A nosotros, la verdad, ya nos apetece... ¿Y a vosotros?


viernes, 12 de noviembre de 2010

Los filólogos van a tener voz

No digo yo que no la tengan ya, pero a veces tenemos la impresión de que no se nos escucha lo suficiente. O con la suficiente atención. Otras veces, el filólogo no sabe muy bien dónde buscar información, dónde charlar con sus compañeros de carrera o dónde compartir información que puede ser valiosa para otros.

A través de la página que creamos en facebook, por primera vez tuve la sensación de estar acompañado (incluso arropado) por compañeros con inquietudes parecidas y anécdotas que parecían ser las mismas que había vivido yo. Por lo que sé, a muchos de vosotros os ha pasado lo mismo.

En ocasiones, insisto, nos quejamos de estar arrinconados, de ser considerados licenciados de segunda (o de tercera), de no saber quitarnos los complejos. Hace ya años, un profesor de literatura medieval nos dijo en clase, después de escuchar de los alunmos comentarios en esta línea: "chicos, estáis equivocados, debéis darle la vuelta a la situación. Ser filólogo (o estudiante de filología) no es una excusa, sino una responsabilidad".

No puede ser que más de quince mil personas estén equivocadas, ¿no? ¿O sí? Bromas a parte, en unos pocos días esperamos poder presentar un nuevo proyecto en el que nos gustaría que participaseis todos vosotros activamente. Porque es un proyecto para que se nos escuche, para que nos escuchemos entre nosotros y para seguir creciendo. Para que nadie diga que no tenemos voz. Para compartir. Para criticar cuando haga falta. Para saber que siempre nos tendremos a mano.

Y, como la página de facebook, como este blog, como la cuenta de twitter, el nuevo proyecto es vuestro y para vosotros. Han sido semanas de trabajo, pero ya falta poco para que se nos escuche. O para que se nos escuche más alto.

Como siempre, gracias a todos.

lunes, 8 de noviembre de 2010

V. Luz al final del túnel

Mientras llevábamos el cuerpo de Raúl hacia el pozo he podido hablar con Pau y Julián. Entre los tres acarreamos el bulto a lo largo de las vías, túnel adentro.

-¿Dices que dispararon sin previo aviso?

-Así fue. Estábamos a la altura de la fuente, la más grande, cuando oímos un ruido. Parecía una plancha de metal cayendo de repente al suelo, pero en seguida vimos que era un disparo. Raúl estaba sangrando, tirado en la acera. No le dio tiempo ni de quejarse. Cuando nos agachamos a ayudarle, sonó otro disparo, pero no sé dónde fue a parar. No había más gente en la calle, no nos habíamos encontrado con nadie.

Julián ha intervenido ante el silencio de Pau, que ha mirado hacia otro lado mientras se mordía con rabia el labio inferior.

-Panda de cabrones… cuando le arrastrábamos para alejarnos aún sonaron dos más. Te juro que sólo estábamos andando, ni siquiera llevábamos nada que pudieran robarnos.

Una vez en el pozo, más o menos a un kilómetro de la estación, dentro del túnel, los tres hemos permanecido en silencio mientras abríamos la verja que lo separa de las vías y retirábamos la tapa. Un segundo después, dejábamos caer al vacío el cuerpo sin vida de Raúl. Ha sido todo muy rápido, como de costumbre. Maltida costumbre.

Esta vez, sin embargo, la vuelta no ha transcurrido como en ocasiones anteriores. Habríamos andado unos 200 metros cuando Julián se ha parado en seco y ha pedido silencio, visiblemente nervioso. Hemos escuchado atentamente durante unos segundos y por fin hemos oído algo. Parecía que alguien se acercaba por detrás, con paso firme y regular.

-Parecen ser varios –ha susurrado Pau. He asentido con la cabeza y de repente he visto una luz que parpadeaba.

Por un momento nos ha invadido la angustia; no sabíamos si echar a correr hacia la estación o esperar, pero casi instintivamente nos hemos escondido en un hueco de la pared. Conteniendo la respiración, me he asomado ligeramente a las vías y he podido comprobar que la luz procedía de una linterna. No parpadeaba, sino que seguía el paso de su portador y se ocultaba a cada movimiento del brazo hacia atrás.

Encontrar gente nueva no es siempre señal de buenas noticias, como bien sabemos desde ayer. Menos aún cuando a ninguno de los tres se le ocurrió venir armado.

domingo, 7 de noviembre de 2010

El latín; esa lengua muerta...

Hace años, uno de mis amigos, a punto de empezar a estudiar biología, se metía conmigo (cariñosamente, todo hay que decirlo) porque no veía la utilidad de estudiar latín, "esa lengua muerta". Hace una semana, me envió un PDF por correo electrónico. Era el primer trabajo científico que publicaba en una prestigiosa revista británica. Especializado en micología, había descubierto, junto a su equipo de trabajo, una nueva especie de hongo. ¿Y qué tiene que ver todo esto con el latín? Bien, según las normas de publicación internacionales de la especialidad, el artículo científico debe estar escrito en la lengua de la revista (en este caso, el inglés), pero la descripción de una nueva especie es obligatorio detallarla ¡en latín! Al principio pensé que era un error, pero en su correo me lo explicaba. Como él poco sabía de latín, había recurrido a un filólogo de clásicas para que le ayudase a redactar esos dos párrafos donde se describía el descubrimiento.

El latín, por tanto, sigue teniendo su presencia en la ciencia más avanzada. Además, sigue vivo en el Vaticano, donde muchos documentos oficiales se escriben en esta lengua, que cuenta con rango de oficial en el pequeño estado. Y, si no me equivoco, se siguen haciendo misas en latín.

Mi amigo cerraba su correo así: "lo reconozco, sois necesarios". Ah, se me olvidaba; otro filólogo, especialista en lengua inglesa, ayudó a su equipo con la redacción científica del artículo en inglés. Letras y ciencias, de la mano...